Las dermopatías caninas son las enfermedades que atacan al órgano más extenso de nuestro regalón: la piel. Muchas se manifiestan bajo ciertas circunstancias más comunes, por lo que su diagnóstico es bastante fácil, pero en algunos casos no es tan evidente.

Estas afecciones dermatológicas pueden ser primarias, o sea, consecuencia inmediata de un problema en la piel, o secundarias a otras dermatosis o a trastornos que habitan en otros órganos.

Lo complicado del diagnóstico radica en que algunas de estas enfermedades son congénitas: se presentan desde el nacimiento, mientras otras son transmitidas a lo largo de la vida del peludo.

Las enfermedades son varias, pero de seguro ya las has escuchado:

Parásitos. Las pulgas y las garrapatas son las culpables de la inflamación y la rojez en la piel de nuestro perro producto de un rascado compulsivo, que le causa una irritación en la piel llamada dermatitis alérgica por picadura de pulga. Lo peligroso es que como el perro está tan desesperado por los parásitos que tiene en el cuerpo, rascándose puede llegar a causar heridas en la piel.

Alergia. Produce picor e irritación y normalmente es provocada por picaduras de pulgas o por la reacción a alimentos o sustancias inusuales y estacionales como el polen. La piel del can puede presentar anomalías como prurito, que son pequeños granos, rojeces e irritaciones. La alergia al polen, a la picadura de insectos y a determinados alimentos son los causantes más comunes que terminan desencadenando esta patología en la piel canina.

Enfermedades metabólicas. Quizás lo que tenía nuestro peludo regalón no era tan simple como pensábamos: diabetes, hipotiroidismo y tumores pueden presentar síntomas más visibles en la piel.

Si órganos principales como el hígado no están sanos, la piel siempre es reflejo del estado interior del perro a través de su textura o color. Si el caso son enfermedades metabólicas como la diabetes o el hipotiroidismo, úlceras, llagas y cicatrización lenta son el síntoma más común de que algo anda mal.

Varias son las historias que se parecen a las de Esperanza, perrita rescatada que llegó a las manos de la veterinaria Mónica Flores aterrada de los humanos y con una serie de patologías a la piel que incluían sarna y papilomas en su boca. Hoy corre feliz esperando ser adoptada, pero no es la suerte de todos.

 

¿El problema? La ignorancia. Innumerables son los casos de perros desnutridos y abandonados que podemos ver en las calles con estos tipos de padecimientos y que por asco y desconocimiento muchas veces no les prestan ayuda con temor a contagiarse de la enfermedad a la piel.

El origen

Las causas de estas patologías se originan en las pulgas, la sarna, los parásitos e incluso hongos, son diagnosticadas fácilmente mediante exámenes de sangre o muestras cutáneas y puede ser erradicada con un buen tratamiento en cuatro semanas y lo más usual es que no sean contagiables hacia los humanos.

“El Balú no dormía por las noches porque se rascaba y se rascaba (…) a él lo rescaté de la calle con la misma enfermedad, que se solucionaba con baños y mucho amor”, cuenta Andrea Schultz, dueña del mestizo con una larga historia de alergia a las pulgas.

La piel es el órgano que está más expuesto y el que más se puede contaminar e infectar y que según los expertos, es la causa principal de consulta a nivel veterinario. Por esto, es mejor prevenir que lamentar: ya empezó el invierno con ganas y se acerca la época de lluvias, con ellas los hongos que pueden afectar a las patas de nuestros canes, por eso asegúrate de secarles bien las patitas al entrar a la casa para evitar enfermedades indeseadas.

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